Helena Kowalska nació el 25 de agosto de 1905 [1] en la aldea polaca de Głogowiec, entonces perteneciente al Imperio Ruso. Sus padres, Stanisław y Marianna, eran campesinos y tuvieron diez hijos (ella fue la tercera), aunque dos murieron siendo bebés. Dos días después de nacer, Helena fue bautizada en la iglesia católica de un pueblo cercano, llamado Świnice Warckie. La niña fue creciendo y, a los siete años, sintió por primera vez la vocación a la vida consagrada. En 1914 recibió la Primera Comunión y en 1921 o 1922 la Confirmación.
Durante la Primera Guerra Mundial, la región fue escenario de duros combates entre Rusia, por un lado, y Alemania y Austria-Hungría, por otro. Tras el triunfo de la Revolución de Octubre, la firma del Tratado de Brest-Litovsk y, finalmente, la derrota de las potencias centrales a manos de los aliados, Polonia se convirtió de nuevo en un país independiente, como lo había sido hasta el siglo XVIII. A pesar de ello, la paz no llegó de forma inmediata, ya que Polonia y la Rusia soviética se enfrentaron en otra guerra hasta 1921.
En ese contexto, Helena apenas pudo ir a la escuela y pronto tuvo que ponerse a trabajar como sirvienta para ayudar económicamente a su familia, que era muy pobre. Primero marchó al pueblo de Aleksandrów Łódzki y después a la ciudad de Łódź, que por aquel entonces era un importante centro industrial.
Una tarde de verano de 1924, Helena asistía a un baile en un parque de Łódź cuando de pronto Jesús se le apareció y le dijo: “¿Hasta cuándo Me harás sufrir, hasta cuándo Me engañarás?” (9) [2]. Ella se dirigió a la Catedral y, postrada ante el Santísimo Sacramento, escuchó estas palabras: “Ve inmediatamente a Varsovia, allí entrarás en un convento” (10). Así lo hizo, aunque para poder ingresar en el convento tuvo que esperar aún un año, tiempo durante el cual siguió trabajando como sirvienta. Por fin, el 1 de agosto de 1925 fue admitida en la casa general de la Congregación de las Hermanas de la Madre de Dios de la Misericordia. Realizó el noviciado en Łagiewniki (actualmente, un barrio de Cracovia) entre 1926 y 1928, y allí recibió el nombre de sor María Faustina (en polaco, Maria Faustyna). Finalizado ese periodo, pasó por diversos conventos.

En una ocasión, caminando por Varsovia, Faustina entró a rezar a una iglesia ortodoxa y, al salir, le dijo a una compañera suya que era preciso adorar a Dios en todas partes y que llegaría el día en que los cristianos volverían a estar unidos.
1. El 12 de agosto según el calendario juliano.
2. Las cifras entre paréntesis corresponden a la numeración del Diario de Santa Faustina Kowalska.